miércoles, 16 de septiembre de 2009

Volteretas

Miguel fue a mi clase durante toda la EGB. Era de los listos, pero terminó el colegio sin saber hacer la voltereta. Cada año era lo mismo, daba una vuelta sobre su hombro derecho porque no sabía hacerlo sobre la cabeza. Yo creo que los otros 43 deseábamos que Miguel diera una voltereta en aquel examen de octavo, pero nada, una vuelta sobre su hombro como siempre. Fue un clásico durante todo el colegio. Yo en cambio si que la daba. Con manos, sin manos, hacia adelante, hacia detrás... En la piscina también daba volteretas cuando me tiraba al agua. Y así seguí, dándole volteretas a todo. Yo no le doy vueltas al café, le doy volteretas, si salgo a dar una vuelta debería decir que me voy a dar una voltereta. No le doy vueltas a las cosas, eso es poco para mi, yo le doy volteretas a las cosas. No se que habrá sido de Miguel, ni como le habrá ido la vida. Tal vez la vida le haya dado muchas vueltas, al fin y al cabo se pasó muchos años dando vueltas sobre su hombro en una colchoneta. A mí la vida no me ha dado muchas vueltas, ojalá, la vida me ha dado muchas volteretas. Y es que Miguel, sin duda, era de los listos de la clase.

6 comentarios:

Hache dijo...

Yo siempre fui /y sigo/ siendo un desastre en las habilidades gimnásticas. Volteretas, 0; Hacer el pino, 0; Saltar el potro, 0; vamos, que se supone que tendría que haberme convertido en una adulta con los pies bien firmes sobre la T/tierra. Y ya ves, lunática perdida,...

Jose dijo...

... vaya, que decepción... pensaba que habías sido medallista en las últimas olimpiadas... bueno siempre estás a tiempo Eva de mejorar tus habilidades gimnásticas, que estás hecha una chavalica... 1 beso con voltereta

Minerva dijo...

La verdad es que parece tener relación esto de la capacidad elástica y brincadeira con las vueltas que nos da y le damos a la vida. Y me alegro por ti que le des volteretas a todo siempre que puedes. Quien no arriesga no gana, aunque a veces se caiga...
Todavía no he dejado de hacer verticales -muñeca abierta en la playa el año pasado-, voltereta atrás en el mar, escalando redes piramidales en los parques... si es que estarse quiet@ es un coñazo!
Así va la vida, que me quejo a veces de necesitar un respiro y suelo ser yo la que le meto unos meneos... sólo hace falta leer algo de lo que escribo en blog: Montaña Rusa Emocional debería llamarse.

Erev dijo...

Yo era incapaz de saltar el potro por dentro, de hecho, me volví cobarde para los deportes. Sin embargo, creo haber dado grandes saltos en mi vida.
Saludos.

Jose dijo...

Aclaración: no he querido decir que por no saber dar una voltereta luego la vida te vaya de una manera o de otra...
graciassssss

anilla dijo...

pues yo soi una calamidad en los deportes y mas en las volteretas