lunes, 12 de octubre de 2009

Cajas de zapatos

Lo primero era convencer a tu madre de que necesitabas una caja de zapatos para algo muy importante, criar gusanos de seda. La mía supongo que sacaría algunos zapatos viejos de su caja para darme el capricho, no sin antes soltar esas frases que soltaban todas las madres... pero te harás cargo tú de los gusanos, porque yo bastantes cosas tengo que hacer ya. Que siiii, pesada. Ya me lo contarás cuando se te mueran todos porque no los cuidas... Y eso era lo último que oías cuando ya tenías la caja y te ibas al colegio a conseguir gusanos de seda para criar. Me podía pasar horas mirando aquellos gusanos, tocándolos, dándoles de comer hojas de morera (que no recuerdo de dónde las sacaba), viendo como crecían, como se encerraban en hilos de seda y salían como mariposas. La caja tenía que tener ajugueritos para que entrara algo de oxígeno y no se murieran cuando la tapaba.
A veces imagino que todos vivimos en una gran caja de zapatos, y por la noche cuando alguien o algo la cierra y todo se hace oscuro, las estrellas sólo son esos agujeritos que alguien ha hecho en la caja para que podamos respirar. Ser gusano no está tan mal, pero no toda la vida. Llevo años tejiendo un capullo, y creo que me queda aun mucho por tejer, pero espero que algún día convertido en mariposa salga de esta caja de zapatos usados... como aquella que me daba mi madre a regañadientes cuando era niño.

4 comentarios:

Unknown dijo...

No dudo ni un instante de que un día -no tan lejano- salgas volando con alas de maravillosos colores que estás minuciosamente confeccionando en tu caja de zapatos, mirando las estrellas, respirando a través de ellas.

'Aunque su padre había imaginado para él un brillante provenir en el ejército, Hervé Joncour había acabado ganándose la vida con una insólita ocupación, tan amable que, por singular ironía, translucía un vago aire 'femenino'.
Para vivir, Hervé Joncour compraba y vendía gusanos de seda.'

Seda de Baricco - Capítulo 1 (joyas entre las joyas).

Hache dijo...

¡Qué bonito!

Minerva dijo...

Cuando menos te lo esperes...
Pam, girarás una esquina y en la otra calle saldrás volando convertido en mariposa.
Es un placer leerte,

Mònica

Jose dijo...

esto es: no lo he leído... así que gracias, estará en mis próximas lecturas
H: vacilona...
LR: seguro que sí, un placer que me leas... y ánimo con tus camisetas y sus eslóganes