refugio: (del lat. refugium). Lugar adecuado para refugiarse. Edificio situado en determinados lugares de las montañas para acoger a viajeros y excursionistas. Zona situada dentro de la calzada, reservada para los peatones y convencionalmente protegida del tránsito rodado.
domingo, 23 de mayo de 2010
Pelis del oeste
miércoles, 19 de mayo de 2010
Mi primer recuerdo
Últimamente hago pequeños ejercicios que pueden parecer que no sirven para nada, últimamente miro al principio de todo, a lo más antiguo que recuerdo, a mi primer recuerdo. No lo hago buscando nada en particular, no deseo que sea una risa de alguien, ni un pijama con hipopótamos dibujados, o un juguete compartido con mis hermanos. No sabría decir cual es el recuerdo más antiguo que tengo, tengo pocos y sin consistencia, mezclados y confundidos. Recuerdo el mar y los barcos pesqueros en los que me subía cuando íbamos de vacaciones. Recuerdo los días de Reyes, el festival que organizaban en el banco donde trabajaba mi padre con los títeres de cachiporra, recuerdo las paredes de casa empapeladas con aquel papel engomado, el día que fuimos todos a ver La guerra de las galaxias, mi segundo día de cole y todo lo que lloré, el patio del colegio y sus porterías, la cocina de leña de la casa de mi abuela, el olor a serrín en la carpintería de mi tío Luis, la culpa por decir tacos y la confesión, el miedo a las revisiones médicas en el colegio, la chica con la que soñaba ser mayor siendo un niño, la enfermedad de mi padre y sus purés, los doce goles a Malta en la televisión a color de casa de mi abuela, los campamentos en el valle de Pineta, recuerdo a Parchís y a Verano azul, recuerdo el mundial del Naranjito, mi primer día de instituto y también el último, los ochenta los recuerdo muy bien, los noventa los he olvidado bastante, los interrailes, los mariachis, el día que mentí sin querer porque no sabía que nada es para siempre, las pupusas del Salvador, mi casa con jardín, la locura y la pena, el hospital infantil, Andrea, los abrazos y los monstruos, el día en que te conocí y el último fin de semana. A veces te lo pregunto, me gusta recordar como fue el día en que te conocí. Es posible que en cualquier momento, cuando esté recordando cual fue mi primer recuerdo, aparezcas como una niña pequeñita dándome un beso al pie de algún tobogán. Tal vez nos enfadamos después por un cubo o una pala y nos hayamos dado un tiempo de treinta y tantos años para volver a darnos un beso... al pie de la torre de la Magdalena.